Toda investigación tiene un mapa de ruta ya sea para explorar, proyectar, relacionar, explicar (en el caso de las humanidades) hechos sociales hacia un nivel científico tecnológico donde el diseño otorga una gama de posibilidades en un sentido creativo para descubrir, sorprenderse e interactuar con usuarios que son el eje de una experiencia desde el intercambio de conocimiento, gustos, motivaciones, retroalimentando los hallazgos hacia futuros posibles. El campo de la metodología del diseño en el siglo XX, recibió aportes de referentes como
Gui Bonsiepe,
Bruce Archer,
Chirstopher Jones,
Abraham Moles,
Bruno Munari, siendo hoy en día una base teórica por medio de la cual un diseñador define sus proyectos, sin embargo ¿qué ocurre cuando el diseñador avanza en su proceso de formación hacia el nivel de profundización en relación a la investigación creación?
Hay un punto en el cual, el método científico y los antecedentes metodológicos del diseño se conectan con los nuevos descubrimientos de herramientas que se enfocan en mayor alcance hacia una empatía con usuarios y contextos.
Un elemento en común es la formulación del problema y para ello se sugiere implementar el
pensamiento visual, utilizar esquemas para interpretar las causas, buscar analizar los comportamientos de actores y escenarios sociales que allí se integran. En este punto me interesa hacer énfasis en el motor de innovación que es en la actualidad el método
Design Thinking, y la variedad de herramientas que
Designpedia ha puesto al alcance de todos aquellos que han integrado el mapeo, la exploración hacia fases de desarrollo de proyecto con el prototipado como instrumento de investigación llevado hacia el testeo o evaluación.
Como se imaginan aquí, los métodos del diseño del siglo XX pueden ser re-significados en el siglo XXI desde la apropiación, como un atributo de la contemporaneidad, buscando incorporar los avances desde la investigación en sus fases, debido a que la búsqueda de información para conocer antecedentes y definir marcos teóricos está dispuesta en el contenido digital complementando las fuentes tradicionales haciendo que aparezca el diseño narrativo para tener múltiples puntos de referencia y clasificar lo pertinente al tema siguiendo una pregunta de investigación.
Por otra parte, si se define que el usuario es el centro de una experiencia en el diseño metodológico de un proyecto es interesante aproximarse a su vez al enfoque de diseño centrado en usuarios DCU, tanto para conocer su aporte en la creación de productos digitales como materiales, siendo el último un caso fundamental en el Diseño de Comunicación como disciplina en relación a los mensajes asertivos, representados en sistemas de códigos e interfaces para dar forma según se requiere transmitir una información.
Con todo lo aquí expuesto invito a conocer lo que ocurre cuando en un determinado contexto regional se fomenta la integración de usuarios para conformar comunidades creativas y propender por el fomento de una cultura investigativa que desde el diseño pueda utilizar las herramientas de los métodos mencionados y aportar a la historia de la disciplina en latinoamérica, realizando de manera paralela acciones positivas por el desarrollo sociocultural.